domingo, 29 de septiembre de 2019

La Biblia y las Traducciones

Si hay un libro que tiene una relación extraordinaria con la profesión de traductor, este libro es la Biblia.

En primer lugar, la Biblia es el libro más traducido del mundo y por un amplio margen. Existe desacuerdo sobre la cantidad de traducciones que existen. Toda la Biblia ha sido traducida a casi 700 idiomas, pero solo el Nuevo Testamento ha sido traducido a más de 2000 idiomas.  Por otro lado, en ciertos idiomas existen múltiples traducciones, por ejemplo, solo en inglés, no hay acuerdo sobre el número de traducciones que existen, pero fácilmente podemos tener más de 300 traducciones de la Biblia a este idioma. En español solamente ya hay al menos unas 50 traducciones. La página https://www.bible.com/versions  ofrece acceso a 1908 versiones de la Biblia en 1318 idiomas, incluidas 60 traducciones de la Biblia al inglés y 28 traducciones al español. 

En segundo lugar, la Biblia es en sí misma un libro multilingüe. Los idiomas originales de la Biblia eran hebreo, arameo y griego. La mayoría de los textos del Antiguo Testamento (AT) fueron escritos en hebreo bíblico. La mayoría de los textos del Nuevo Testamento (NT) fueron escritos en griego koiné. El arameo bíblico se usó en textos de los libros de Ezra y Daniel en el AT. Se cree que algunos textos del NT también se escribieron originalmente en arameo.

A lo largo de la Biblia, hay relatos de diálogos que tuvieron lugar en un idioma diferente al que fueron escritos. En el AT tenemos diálogos que probablemente ocurrieron en idiomas como el egipcio, el asirio o el griego, pero escritos en hebreo; el NT está escrito en griego, pero incluye diálogos que ocurrieron en un idioma diferente, principalmente arameo. ¿Es este el trabajo secreto de un traductor? ¡Probablemente!

Pero una de las primeras controversias que existieron en torno a la Biblia se debió a una traducción. Estamos hablando de la Septuaginta, la primera traducción  existente en griego Koiné de la Biblia hebrea. La historia fue registrada en un documento llamado "La carta de Aristeas". Según esta historia, el rey Ptolomeo II Filadelfo que promovió la Biblioteca de Alejandría, ordenó la traducción de la Biblia hebrea. 72 eruditos judíos fueron enviados para realizar la tarea. Aunque esta simple acción se consideró milagrosa (los 72 eruditos hicieron primero una traducción individual, luego, en comparación, las 72 traducciones realizadas fueron todas idénticas) y totalmente apoyadas por la comunidad judía local, que no podían hablar hebreo sino griego , cuando las noticias de la traducción llegaron a Jerusalem, no fueron recibidas con la misma alegría. En la Enciclopedia Judía en inglés, hay un artículo que cuenta que el evento fue calificado como trágico comparado con la realización de El becerro de oro. En Meguilat Taanit escribe:

בשמונה בטבת נכתבה התורה יוונית בימי תלמי המלך והחושך בא לעולם שלושה ימים

 "El día ocho de Tevet, durante el gobierno del rey Ptolomeo, la Torá fue escrita en griego, y la oscuridad cayó sobre el mundo durante tres días"

Se puede encontrar más información y puntos de vista en la enciclopedia judía y en la página de Yeshiva. 

Con la difusión del cristianismo, se necesitaron nuevas traducciones. Al principio, las biblias utilizadas por esta pequeña comunidad estaban en griego. Luego, cuando esta religión se extendió por todo el Imperio Romano, se necesitaba una versión en latín. Aparecieron diferentes versiones de la Biblia en latín hasta que el papa Dámaso encargó a Jerónimo de Estridón que preparara una versión definitiva. Jerónimo terminó su trabajo para el año 405 y esta versión, la Vulgata Latina, se convirtió en la biblia estándar de la Iglesia occidental hasta la reforma. Según la Enciclopedia Británica, la Vulgata fue la base para las traducciones de la Biblia a idiomas como el siríaco, árabe, español e inglés.

Pero en otras áreas, ya se habían producido otras traducciones. Cuando se completó la Vulgata, la Biblia ya existía en copto y gótico.

He leído diferentes versiones de la historia de la traducción de la Biblia. Uno de los temas que casi nadie menciona son los casos en que los traductores de la Biblia tuvieron que comenzar su trabajo desde un punto muy inusual: el idioma de destino ni siquiera tenía un sistema de escritura. ¿Cómo vamos a poner esas traducciones por escrito? ¡La solución fue crear un nuevo alfabeto! Hay alfabetos que deben su propia existencia a la Biblia.

El caso más famoso fue el alfabeto cirílico. El nombre proviene de uno de los primeros traductores de la Biblia al eslavo antiguo, Cirilo (También conocido como Constantino el filósofo). En el siglo IX, los hermanos griegos Cirilo y Metodio, a pedido real, tradujeron la Biblia al eslavo. Este lenguaje no tenía ningún sistema de escritura. Usando sus conocimientos en otros sistemas alfabéticos como el latín, griego, armenio y hebreo, crearon un alfabeto anterior que hoy conocemos como Glagolítico. El alfabeto cirílico fue consecuencia de la evolución de este alfabeto anterior. Otros alfabetos que se crearon durante las traducciones de la Biblia fueron: Armenio, inventado por un monje armenio Mesrop Mashtots; Gótico, creado por el obispo Ulfilas (hoy este alfabeto no está en uso). Aquí en Canadá, tenemos el caso del Silabario Aborigen Canadiense, utilizadas por varios idiomas como Cree, Inuktitut y muchos otros, que fue creado por el misionero inglés James Evans.  Mi página favorita para investigar sobre la historia de los alfabetos es   www.proel.org  

Aunque la Biblia ya estaba traducida a diferentes idiomas, en Europa occidental la única Biblia disponible era la Vulgata en latín. Era ilegal traducir la Biblia a los idiomas locales. Pero los cristianos europeos comenzaron a hablar en diferentes idiomas locales y el latín se volvió menos utilizado y solo lo entendían unas pocas personas instruidas. La demanda de traducciones de los textos de la Biblia en lenguas vernáculas se hizo mayor.

Muy poca gente sabe que la primera lengua Europea en disponer de una edición completa de la Biblia, tras la edición de la Vulgata Latina, fue el castellano. La primera Biblia en español fue la famosa Biblia Alfonsina ordenada por el rey Alfonso X “El Sabio”. La Biblia Alfonsina se publicó en 1280 y era una traducción de la Vulgata Latina realizada por la Escuela de traductores de Toledo. 

No siempre la respuesta fue favorable a esta demanda. En diversas fuentes en inglés y en español encontré menciones al fallo del Concilio deTarragona en 1234. Escribo aquí la cita que encontré: 

 "Nadie puede poseer los libros del Antiguo y Nuevo Testamento en lengua románica, y si alguien los posee debe entregarlos al obispo local dentro de los ocho días posteriores a la promulgación de este decreto, para que puedan ser quemados. ”
En años posteriores, la traducción de la Biblia a los idiomas vernáculos será una de las demandas clave de la reforma. Podemos ver que comenzaron a aparecer traducciones más nuevas y frescas. Erasmo Desiderio (Erasmo de Rotterdam) tradujo el NT del griego al latín. Lutero tradujo el NT del griego al alemán, y luego completó la traducción del AT del hebreo al alemán. John Wycliffe tradujo la Vulgata al inglés.  Mikael Agricola tradujo el NT al finés. 
Pero, la traducción de la Biblia se convirtió en una tarea peligrosa donde el traductor llegaba a arriesgar su propia vida debido a su trabajo. En historyextra hay algunos ejemplos: Tenemos el caso de William Tyndale, quien tradujo la Biblia al inglés directamente del hebreo y el griego, fue ejecutado por herejía en 1536; Jan Hus, quien tradujo la Biblia al checo, fue condenado y ejecutado por sus ideas en 1415; Jacob Van Liesvelt, quien tradujo la Biblia al holandés, fue ejecutado por herejía en 1545. Hoy las traducciones de la Biblia son ampliamente aceptadas. Sin embargo, todavía escuchamos algunos casos sobre traductores de la Biblia Asesinados, de hecho, a fines del mes pasado, Angus Abraham Fung, un traductor de la Biblia, fue asesinado en un ataque con machete en Camerún. Estaba trabajando traduciendo la Biblia del inglés al idioma Aghem, un idioma nativo local. 

Hay tantas historias que rodean a los traductores de la Biblia, que narran las muchas dificultades y adversidades que tuvieron que enfrentar, pero la verdad es que la mayoría de los traductores de la Biblia han sido bien considerados. Nosotros, traductores, no solemos ver trabajos tan prestigiosos en nuestras carreras. Algunos traductores de la Biblia son considerados verdaderos héroes por los idiomas que tradujeron. William Tyndale es a menudo considerado como "El arquitecto del idioma inglés". Martin Lutero es acreditado como el "Creador de la nueva lengua escrita de Alto Alemán" y contribuyó a unificar a todos los hablantes del alemán. Mikael Agricola es considerado como "Padre de la literatura finlandesa". Millones de rusos, ucranianos y hablantes de otros idiomas escriben usando un alfabeto que lleva el nombre de un traductor de la Biblia (cirílico).    

Hemos hablado de historia. ¿Cómo afectan las traducciones de la Biblia a nuestro trabajo como traductores en el día de hoy? Una de las respuestas está relacionada con dichos populares. Una de las cosas que los políglotas a menudo notan cuando aprenden una cultura extranjera es que algunos dichos e historias populares que se encuentran en ella son muy similares a otros en nuestra propia cultura. A veces, mientras más idiomas aprendemos, nos encontramos que algunos dichos populares se repiten en ellos. Es probable que cuando esto suceda, puedan provenir de la Biblia o estén relacionados de alguna manera con este libro.

Aquí hay algunos ejemplos de dichos populares que provienen de la Biblia, y cómo los decimos en diferentes idiomas:

Quia ventum seminabunt, et turbinem metent (Latin)
El que siembra vientos cosecha tempestades (español)
Die wind zaait, zal storm oogsten (holandés)
Qui sème le vent récolte la tempête (francés)

Tomado de Oseas 8,7:
כִּי רוּחַ יִזְרָעוּ וְסוּפָתָה יִקְצֹרוּ

De Eclesiastés 1,9:
וְאֵין כָּל־חָדָשׁ תַּחַת הַשָּׁמֶשׁ

Tenemos: “No hay nada nuevo bajo el Sol”. En otros idiomas podemos leer:

Nihil sub sole novum (Latin)
There’s nothing new under the sun (ingles)
Nic nowego pod słońcem (Polaco)
 
De Proverbios 15,1:
מַעֲנֶה־רַּךְ יָשׁיב חֵמָ֑ה וּדְבַר־עֶצֶב יַעֲלֶה־אָף

La respuesta amable calma el enojo: pero la agresiva echa leña al fuego.

En otros idiomas nos encontramos:

Ett mjukt svar stillar vrede, men ett hart ord kommer harm åstad (Sueco)
La réponse douce apaise la fureur ; mais la parole fâcheuse excite la colère (Frances)
Milda respondo kvietigas koleron ; Sed malmola vorto ekscitas koleron (Esperanto)

La frase: “Nadie es profeta en su tierra” está basado en Mat 13,57. En otros idiomas tenemos:
Nemo propheta acceptus est in patria sua (Latin)
Ein Prophet gilt nirgend weniger denn in seinem Vaterlande (Alemán)
Aucun n’est prophète chez soi (Francés)
Не є пророк без чести, хиба що в своїй отчинї та в своїй домівці (Ukraniano)

Como ejemplo final culmino con la frase que es mejor conocida como la regla de oro: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”. En otros idiomas, la regla de oro se puede decir:

Kion vi ne deziras, ke la homoj faru al vi, vi ankaŭ ne faru al ili (Esperanto)
Do not treat others in ways that you would not like to be treated (Ingles)
Ne fais pas aux autres ce que tu ne voudrais pas qu’on te fasse (Frances)
Gör inte mot andra som du själv inte vill bli behandlad (Sueco)

La regla de oro está basada en Mat 7,12: “Todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos””.

Ĉion ajn do, kion vi deziras, ke la homoj faru al vi, vi ankaŭ faru al ili
Do to others whatever you would like them to do to you
Toutes les choses donc que vous voulez que les hommes vous fassent, faites-les leur aussi de même
Allt va I viljen att människorna skola göra eder, det skolen I ock göra dem

Pero no solo los humanos confían en las traducciones de la Biblia: ¡las aplicaciones de traducción también lo hacen! Esta afirmación es especialmente cierta cuando las traducciones involucran a idiomas minoritarios.  En un artículo del Vice Hace mención de traducciones extrañas que resultaron de textos en maorí o somalí al inglés, lo que resultó en frases con un inesperado contexto religioso. Las aplicaciones de traducción se basan en documentos que existen tanto en el idioma de destino como en la lengua de origen. Cuando tenemos idiomas minoritarios, las probabilidades de encontrar documentos en ambos idiomas son menores. Uno de los pocos documentos que existen en la mayoría de las combinaciones de idiomas, incluidas las combinaciones de idiomas minoritarios no relacionados, es la Biblia.  


Este 30 de septiembre, nosotros, traductores, celebramos nuestro día, el día de San Jerónimo, el traductor de la Biblia. ¡Feliz día de traducción para todos mis colegas! 

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